Fondos de inversión y family offices muestran interés por comprar hoteles en España
El segmento hotelero español vive en estos momentos su “agosto” particular. Pues debido al impacto de la crisis del coronavirus en el sector turístico, los hoteles son uno de los productos inmobiliarios más cotizados tanto en zonas urbanas como en los principales destinos vacacionales del país.
El activo más buscado es un hotel de a partir de 80 habitaciones con precios que se mueven entre los 200.000 y los 600.000 euros por habitación, dependiendo su ubicación, lo que significa que el precio total de la operación oscila entre los 15 y los 50 millones de euros, según datos de la consultora inmobiliaria Laborde Marcet.
En este sentido, en arterias ‘prime’ como el Paseo de Gracia barcelonés o la Gran Vía de Madrid, el precio por habitación es de 400.000 a 600.000 euros; en segundas líneas, el precio de la habitación desciende a los 300.000 euros; y en la primera corona del área metropolitana de las grandes ciudades, es de 200.000 euros.
Estabilización en los precios
Por otro lado, los precios se mantienen estables, pues el impacto negativo de la crisis en la economía queda compensado con el aumento de la demanda para la compra de este tipo de inmuebles. Más allá de Barcelona y Madrid, otras plazas inmobiliarias como Marbella, Málaga, Palma, Bilbao o San Sebastián registran un incremento notable del interés de fondos de inversión y family offices, que tratan de adquirirlos a precios más competitivos que antes de la pandemia.
Gerard Marcet, socio fundador de la consultora, celebra que este tipo de operaciones vuelvan a producirse con normalidad y ha destacado que “el segmento hotelero está registrando un elevado interés por parte de los inversores debido a la pandemia, que ha llevado a una situación de tensión financiera límite al sector por la drástica caída del turismo, llevando a algunos propietarios a alcanzar acuerdos a precios algo más competitivos”.
Según la consultora, existen dos tipos comportamiento en los inversores: los que han vuelto rápidamente a la actividad para aprovechar las oportunidades que ofrece el mercado, y los reactivos, que adoptan posturas de precaución hasta que todo se aclare, con el consiguiente coste de oportunidad. “Nosotros hemos aconsejado a nuestros clientes con liquidez que no tardasen demasiado en tomar la decisión de compra, porque la recuperación del sector turístico será en U y los precios podían fluctuar más pero no con caídas fuertes”, indica Laborde.